8.- Reflexiones sobre las próximas
acciones formativas
La dirección del ICIC quiere continuar
con la experiencia de formación de licenciados y técnicos,
a través del convenio ICFEM-Fundación Universitaria.
El presente documento sintetiza la experiencia alcanzada en
el presente ejercicio y propone la realización de actividades
para el ejercicio 2002-04.
La experiencia acumulada en éste ejercicio
puede ser muy útil para los cursos del ICIC y para otras
propuestas para nuevos cursos por otras entidades. Me parece
que podemos resumir la experiencia ganada en los siguientes
puntos:
- La experiencia del curso 2002-03 ha sido
muy bien acogida, tanto por licenciados como por técnicos.
Hemos tratado de dar la mejor formación posible contando
con los mejores profesores a los que hemos podido convencer
(no ha sido fácil) para que trabajen para el curso: 62
profesores para el conjunto de los cursos de Oncología
Molecular y Biología Molecular, la cuarta parte de ellos
peninsulares o extranjeros. Ha sido especialmente importante
poder impartir más de 100 horas de prácticas en
cada uno de estos cursos. Es muy de destacar el entusiasmo mostrado
por los profesores de prácticas, que son becarios del
ICIC, o becarios de otros organismos pero vinculados al ICIC.
Tenemos la promesa formal de todos los profesores de sumarse
a repetir la experiencia: seguramente es nuestro mejor capital.
- Hemos de lamentar que en el ejercicio 2002-03
no pudimos atender las demandas de los mayores de 25 años
y empleados. Atender esa importante fracción es muy importante
y debe ser una de las prioridades del próximo ejercicio,
pues acumulamos cerca de 100 demandantes de formación
no atendidos entre licenciados y técnicos. La manera
de resolverlo puede ser bien incorporando los cursos del ICFEM
a una partida dirigida a mayores de 25 años y empleados,
o bien encontrando una manera de cofinanciar los cursos computando
el 80% al ICFEM y el 20% como aportación de las universidades
concepto de utilización de instalaciones, o del ICIC
en términos de clases no pagadas.
- No es necesario repetir el esfuerzo de este
año en cuanto a impartir los cursos en La Laguna y Las
Palmas, pues la financiación es menor que si la realizamos
de manera independiente en una y otra sede. Las dos fundaciones
universitarias son tratadas por igual por el ICFEM, de modo
que el primer paso del ICIC para el próximo ejercicio
será entrar en contacto con la Fundación Universitaria
de La Laguna, para proponerle que negocie lo próximos
cursos. Luego propondremos a los profesores que este año
nos han ayudado que realicen las propuestas de cursos, o asuman
las que nosotros les proporcionaremos. Alternativamente, si
lo anterior no fuera posible, se podrían solicitar becas
de viaje y estancia al ICFEM, de modo que al menos 10 alumnos
de otras islas pudieran participar en cada curso. El ICIC contempla
además la posibilidad de dotarse de un sistema de videoconferencias
interactivas para rentabilizar en todas las islas los cursos
que se den sólo en una isla.
- Es un riesgo innecesario tratar del hacer
cursos de 200 o más horas, pues los alumnos pueden cansarse
y renunciar, con lo que se perdería la subvención
una vez realizado el gasto. Además se pueden organizar
varios cursos más cortos, manteniendo una coherencia
de contenidos tal que en conjunto conduzcan a un título
universitario propio de las universidades canarias a quienes
realicen varios de ellos. El salto entre los cursos realizados
y la obtención del título propio se puede hacer
mediante la exigencia de presentar una Tesina a quienes deseen
titularse, tal como ha ocurrido este año con Oncología
Molecular. Si se dieran varios cursos sería interesante
disponer de una estructura organizativa única, representada
por un coordinador académico y un administrador comunes
a todos los cursos.
- Pueden darse cursos teóricos y teórico-prácticos,
en este último caso con mejores subvenciones. La experiencia
de este año indica que existe un mercado insaciable en
cuanto a cursos con clases prácticas de Biología
Molecular entre técnicos y licenciados. No obstante,
los cursos teóricos de 20 horas son perfectos en cuanto
a que están exentos de riesgos, suponen una semana de
clases intensivas para los alumnos, y no tienen la complejidad
de tener que hacer grupos de prácticas y llevarlas a
cabo. Si se trata de cursos teórico-prácticos
deberán quedarse en torno a las 50 o 60 horas.
- A la hora de calcular el número de
alumnos a admitir al curso debe tenerse en cuenta al menos dos
variables: siempre se produce una renuncia de un 10-20% de los
inscritos después de comenzar el curso; y, frecuentemente,
habrá que hacer dos o más grupos de prácticas.
Es recomendable comenzar por calcular cuántos alumnos
caben en el laboratorio y desde ahí establecer el número
que se puede admitir al curso, calculando siempre por exceso.
Es mejor decir al ICFEM que el curso se organiza para un número
pequeño de personas (unos 15 alumnos), y luego admitir
más estudiantes que cumplan con los requisitos.
- Parece relativamente fácil obtener
fondos del ICFEM dirigidos a menores de 25 años. En nuestro
caso podemos asegurarnos el éxito en la captación
de alumnos menores de 25 años si hacemos cursos con un
gran contenido práctico y se incluye un cupo amplio para
técnicos de laboratorio entre los estudiantes. Después
es necesario que el ICFEM nos permita duplicar el número
de asistentes al curso con mayores de 25 años. El ICFEM
ha hecho una propuesta al Fondo Social Europeo de ampliación
de la edad para estos cursos hasta los 30 años, pero
actualmente desconocemos el resultado. Esta propuesta ha sido
atendida, de modo que el próximo año podremos
reclutar alumnos hasta esa edad
- Es más correcto tratar de ofrecer
cursos de contenido genérico que anunciar cursos muy
especializados. Lo más correcto es anunciar cursos de
parecido contenido y nombres más genéricos, que
no asusten a los recién licenciados ni a los técnicos.
- Ha sido una gran suerte poder contar con
la gestión de fondos por la Fundación Universitaria,
pues la complejidad de los trámites hubiera supuesto
al ICIC una inversión superior al 5% que nos aquella
nos detrae de la subvención.
- Podemos tratar de encontrar colaboración
en la ESSSCAN, que financia, patrocina o avala actividades similares
por toda Canarias, y su reconocimiento (logrado este año
para el Curso de Biología Molecular, único para
el que fue solicitado) garantiza la afluencia de alumnos porque
les resulta válido para concursar a las plazas del Servicio
Canario de Salud.
- Debemos profundizar en la coordinación
de actividades formativas que aumenten las expectativas laborales
de los licenciados y técnicos, compatibilizando la realización
de los cursos financiados por el ICFEM; con su posterior convalidación
como créditos para el doctorado y para títulos
propios de la Universidad.