4.-Seguridad Social para los Becarios
El Estatuto del Becario se aprobará
antes de que finalice el verano. Los jóvenes investigadores
tendrán derecho a asistencia sanitaria, pero no se les
considera trabajadores.
(Extracto de la noticia distribuida
por Madri+d, www.madrimasd.org)
El Gobierno aprobará, antes de que acabe
el verano, el nuevo Estatuto del Becario del Tercer Ciclo y
de Investigación, una normativa por la cual se incluirá
a este colectivo dentro del Régimen de la Seguridad Social
al que, hasta ahora, no tenían derecho, según
han señalado fuentes del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El Estatuto, que tendrá rango de real decreto, entrará
en vigor «el día siguiente de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado» (sin especificarse
cuándo se producirá ésta) como en el texto
anterior, en el que se fijaba el próximo 1 de enero de
2004 como fecha de su aplicación.
A partir de su puesta en marcha, previsiblemente para las convocatorias
del próximo curso, los 20.000 becarios de investigación
predoctorales y posdoctorales que hay en España serán
dados de alta en la Seguridad Social, lo que les dará
derecho a asistencia sanitaria, como los trabajadores por cuenta
ajena. Eso sí, cotizarán la cantidad mínima,
lo cual afectará a las pensiones de jubilación
que perciban en el futuro y no tendrán subsidio por desempleo.
También se reconocen como accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales aquellas que sufran por el desempeño de
su actividad, un derecho del que carecían hasta ahora.
En la actualidad, los becarios de investigación carecen
de seguro médico, salvo en los casos en los que éste
se incluye como complemento de la beca. Muchos, sin embargo,
tienen que recurrir a seguros privados para recibir asistencia.
Pero, para que este real decreto se aplique, es imprescindible
que el programa de ayudas de la institución que convoca
las ayudas a la investigación esté inscrito en
el Registro de Becas que está previsto crear, una condición
que no es obligatoria para las instituciones públicas
que otorgan estas becas, ya sean universidades, ministerios,
comunidades autónomas o ayuntamientos.
Este es uno de los puntos negros que detecta la Federación
de Jóvenes Investigadores (FJI-Precarios) en su futuro
estatuto: «Si una beca no se incluye en ese registro,
no tendrá por qué cumplirlo, y está claro
que habrá universidades a las que no les interese hacerlo
para ahorrarse la cotización a la Seguridad Social, por
ello nosotros queríamos que fuera obligatorio para todos»,
explica María Villarroya, presidenta de FJI-Precarios.
Y no es el único handicap que encuentran. Los becarios
se quejan también de que no se regulen ni sus vacaciones,
ni sus horarios, ni los festivos trabajados, ni sus permisos
de maternidad, asuntos que ahora, según señala
Villarroya, «dependen de la voluntad de los directores
de cada tesis». «En definitiva, no nos consideran
trabajadores, aunque somos productivos y, si bien el Estatuto
es un paso adelante y nuestra situación mejorará,
lo cierto es que muchos estamos hasta los 34 años sin
derechos laborales, y luego tendremos pensiones muy bajas»,
asegura la presidenta de FJI-Becarios.
En el Estatuto, si no hay cambios de última hora, se
deja claro que los becarios tendrán los derechos de propiedad
intelectual de sus trabajos y que no se les podrá exigir
realizar tareas que no estén relacionadas con su investigación,
aunque sí podrán colaborar en tareas docentes.
También se especifica que deberán tener dedicación
exclusiva y que las becas no serán compatibles con otras
ayudas análogas o un salario.
Nota del ICIC.
La dirección del ICIC se compromete a gestionar recursos
para que sus becarios tengan la máxima cobertura sanitaria
y social que permita el nuevo reglamento.